Son aquellas que se redacten y aprueben, tras adecuarse a la realidad inmobiliaria de cada modelo catastral (país, departamento, municipio, … sectoriales, patrimoniales, grupales, …), a su marco jurídico y tributario, a los productos previamente obtenidos, y a la trayectoria valuatoria institucional, pues generalmente se prefiere que no sea rupturista con respecto a otras anteriores. Se instará a una coordinación nacional de valores que favorezca un proceso semiautomatizado de actualización y conservación catastral, intentando ser fiel reflejo de sus los diferentes mercados y submercados inmobiliarios que se identifiquen, dentro del ámbito espacial considerado: municipales, provinciales, zonales, regionales y nacionales.