Definiendo la gobernanza como el proceso de toma de decisiones y la forma en que éstas son implementadas de forma específica por los gobiernos en la gestión de los recursos sociales, económicos y espaciales.1 Como buena gobernanza se entiende estabilidad política, transparencia, eficiencia y eficacia de las IAT, armonía y compromisos entre los Poderes del Estado para la aprobación de las reformas legales e institucionales y para fomentar la participación ciudadanos. Se requiere apoyar con mecanismos judiciales y prejudiciales de solución eficaz a la resolución de los conflictos en materia de propiedad.